Poder hablar con quien piensa distinto: sobre libertad de expresión, filtros burbujas y desinformación
Hace ya bastante que veo con preocupación la falta de comunicación entre las personas -de la comunicación real, no de las conversaciones entre sordos que se agreden o se ignoran mutuamente por opinar distinto-.
Lo empecé a notar entre mis amistades y entre familiares hace ya algunos años (en algunos casos, diría que hace casi 10, en otros un poco menos). Vengo de una familia donde siempre hubo discusiones sobre política, sobre fútbol, sobre religión, sobre economía, sobre lo que se les ocurra. Si algo hacíamos en mi familia era discutir. A veces a los gritos, a veces con un poco más de paciencia, pero nunca nunca se llamaba al silencio. A lo sumo, si no se llegaba a un acuerdo, y la discusión comenzaba a girar en círculos, se cerraba con algo así como «bueno, pensamos distinto». Lo que nunca me dijeron es «mejor no hables de X tema para no pelear».
Pero eso ya no pasa… ahora las conversaciones sobre política las escucho sólo entre personas que ya saben que opinan más o menos lo mismo, con apenas algunos matices que pueden ser debatidos, pero ya no escucho discusiones interesantes entre quienes saben que piensan distinto, opuesto. Entre estas últimas personas, suele haber silencio o conversaciones lavadas, maquilladas, edulcoradas. Se habla sobre alguna serie, sobre cuestiones familiares o de salud, sobre hijes, sobre vacaciones, sobre el estudio o el trabajo -a menos que la conversación empiece a llevar hacia por qué falta el trabajo o por qué no alcanza la plata-. Ahí siempre algunx se levanta para ir a buscar agua o a servir el postre o a limpiar la mesa. Lo que sea necesario para que la conversación se diluya.
Personalmente, yo ya me cansé de hablar con quienes piensan más o menos parecido a mí. No me sirve, no me interesa. Me agota. Me abruma. Me aísla. Quiero saber qué piensan, qué sienten, cuál es la mirada de aquellas personas que no piensan como yo. Quiero salir de mi zona de confort. Quiero entenderlos y entenderlas. Quiero aprender. Pero también me gustaría contarles, sin que me interrumpan ni me hagan 🙄, por qué yo pienso y siento así, qué es lo que veo.
A veces logro que se abran a contarme, y yo escucho. Me gusta mucho escuchar, me gusta preguntar y re-preguntar. Quiero saber.
A veces no lo logro, por más buenas intenciones que tenga, porque del otro lado están a la defensiva, se sienten atacadxs y juzgadxs y entonces ya preparan la ofensiva, la agresión. Entonces se vuelve una misión imposible escuchar, pero también decir 🤐
¿Por qué comparto toda esta reflexión y esto que siento? Porque me sentí muy identificada con la charla que dio Guadalupe Nogués en el último #TEDxRiodelaPlata, hace muy poquito, y hoy la publicaron, y acá se las comparto para que la disfruten tanto como la disfruté yo.
¿Y qué tiene que ver esto con lo que me interesa transmitir acá?
Creo que, fundamentalmente, tiene que ver con luchar por recuperar la LIBERTAD DE EXPRESIÓN en todos los ámbitos, incluyendo la capacidad de escucha para darle esa libertad a otras personas; con romper los FILTROS BURBUJAS que construimos en la última década; con acercarnos al que piensa diferente, recuperar la capacidad de empatía y, quizás así, un poco, contrarrestar las campañas de DESINFORMACIÓN que lanzan quienes se aprovechan de esa falta de comunicación que estamos viviendo en nuestras sociedades.
¿Ustedes qué piensan sobre esto? ¿Cómo viven la posibilidad de comunicarse con quienes piensan distinto? ¿Lo logran?